Su olor y aroma inconfundibles están encerrados en la memoria de millones de desayunos y meriendas consumidos por generaciones de jóvenes y adultos en el Palermo de 1966.
Todo empezó gracias a la idea de un panadero de Palermo, Filippo Lo Piccolo, ¡un hombre apasionado por las galletas sicilianas!
Su sueño era llevar a las mesas de todos los sicilianos una galleta de mantequilla sencilla pero deliciosa, para comer todos los días mojándola en una taza de leche caliente. Corría el año 1969 cuando Filippo creó la receta original de las Frolsi, galletas sicilianas, utilizando siete moldes con formas únicas que han contribuido a hacer la historia de la galleta siciliana. El proyecto de las galletas de mantequilla sicilianas más populares fue ampliado y llevado adelante con el tiempo por los hijos de Filippo, creando una línea de galletas de mantequilla sicilianas distribuidas por toda Sicilia. Si antes el desayuno consistía únicamente en pan fresco y leche, ¡gracias a Filippo Lo Piccolo nació en Sicilia la costumbre de desayunar con leche y galletas sicilianas!
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